martes, 29 de diciembre de 2009

ventajas e inconvenientes de la domótica

Ventajas

El objetivo de la domótica es mejorar la calidad de vida de los habitantes, facilitando las tareas diarias y aportando confort, seguridad y ahorro energético. En un hogar domótico, un reloj programador apaga la luz cuando nos acostamos y, por la mañana, sirve de despertador, pone en marcha la cafetera y enciende el calentador para que todo esté listo al levantarse.

Desde el sofá, podemos controlar la televisión, el aire acondicionado, los equipos de audio y vídeo o la intensidad de las luces con un único mando a distancia.
Además, podemos poner en marcha o parar los electrodomésticos desde cualquier parte de la casa y el propio frigorífico es capaz de hacer pedidos telefónicamente o de indicar lo que nos hace falta comprar.

Entre las principales ventajas de los hogares digitales está el ahorro de energía derivado de la programación y zonificación de la calefacción, los electrodomésticos o las luces, que incluso pueden encenderse o apagarse con una llamada desde el móvil. Los hogares inteligentes proporcionan gran seguridad, dado que la domótica permite detectar intrusos, incendios, fugas de gas o escapes de agua y, mediante cámaras inalámbricas, observar lo que sucede en cada zona de la casa desde cualquier lugar, vía Internet.

Además, si se tiene previsto pasar una larga temporada fuera del hogar, esta tecnología se encarga de simular actividad en la casa, subiendo y bajando persianas o encendiendo el televisor. Estos hogares ofrecen también sistemas de teleasistencia médica


Inconvenientes

En cuanto a los inconvenientes, destacan el incremento en el consumo eléctrico y, sobre todo, el precio, que continúa siendo el principal obstáculo para la expansión de la domótica. El usuario debe abonar un plus de entre el 0,5 y el 3% del precio de la vivienda para contar con la instalación.

De todas formas, se puede comenzar con un sistema básico e incrementarlo a medida que se desee. Si la vivienda es de nueva construcción, conviene exigir al promotor que deje colocada una preinstalación, es decir, una serie de tubos vacíos por todas las estancias de la casa para evitar realizar obras en el futuro si deseamos instalar un sistema domótico.

Otro de los inconvenientes es la falta de un estándar de comunicación en los sistemas de control de instalaciones. Esto supone la cohabitación de multitud de sistemas y tecnologías incompatibles entre sí que complican la transmisión de datos con la consiguiente ralentización, y multiplican el cableado.

Pese a que se están produciendo alianzas entre los fabricantes e instaladores que tratan de homogenizar el mercado y contribuir así a su expansión, pueden contarse con los dedos de una mano los proyectos que cada año se presentan para obtener el visto bueno del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones del País Vasco.

Lo que sí se ha extendido es la incorporación de una infraestructura que soporte los sistemas de iluminación, calefacción, refrigeración, seguridad, equipos audiovisuales para ocio y entretenimiento, equipos informáticos, etc. Sin embargo, el concepto de hogar digital no se corresponde con una mera acumulación de dispositivos aislados, sino con un sistema integrado en el que todos los mecanismos están intercomunicados. En todo el Estado no llegan a un centenar al año.

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